¿Qué es una tendinitis?
El término «tendinitis» se utiliza comúnmente para describir la inflamación de un tendón. Sin embargo, muchas veces se usa de manera genérica para referirse a cualquier tipo de problema en el tendón, lo cual puede ser incorrecto. La razón por la que «tendinitis» se emplea para describir tendinopatías es histórica y práctica, aunque técnicamente no siempre es preciso.
La tendinopatía es una condición que afecta a los tendones, que son bandas gruesas de tejido que conectan los músculos con los huesos. Esta condición puede causar dolor, hinchazón y una disminución en la capacidad de mover la articulación afectada de manera normal. Aunque la tendinopatía puede afectar a cualquier tendón del cuerpo, es más común en los hombros, codos, rodillas, talones y muñecas.
Existen diferentes tipos de tendinopatía, dependiendo de cómo y dónde se presenta la lesión en el tendón. Los más comunes incluyen la tendinitis, que es la inflamación del tendón, y la tendinosis, que es el deterioro del tendón caracterizada por una disminución de la calidad y organización del colágeno, sin presencia significativa de inflamación. A menudo, el término tendinopatía se usa para describir ambas condiciones porque pueden ser difíciles de distinguir solo con los síntomas.
¿Cómo se diagnostica una tendinopatía?
El médico deportivo o traumatólogo juega un papel crucial en el diagnóstico de la tendinopatía.
Historia Clínica ayuda al médico a entender el contexto y los posibles factores de riesgo asociados.
Examen Físico buscará signos de dolor, hinchazón, sensibilidad y rigidez en el área afectada. Se pueden realizar movimientos específicos para evaluar la función del tendón y la articulación circundante, así como para determinar la extensión de la lesión y cómo afecta el movimiento.
Pruebas de Imagen:
- Ultrasonido/Ecografía: Esta prueba de imagen utiliza ondas sonoras para crear imágenes de los tendones y puede mostrar cambios en la estructura del tendón, inflamación o desgarros.
- Resonancia Magnética (MRI): La MRI puede proporcionar imágenes detalladas de los tejidos blandos, incluidos los tendones, y es útil para detectar tendinopatías crónicas o desgarros en los tendones.
El diagnóstico no determina las causas
- El diagnóstico de una lesión, como la tendinopatía, identifica qué está mal en el cuerpo, en este caso, una condición que afecta a los tendones. Sin embargo, el diagnóstico en sí mismo no aborda las causas subyacentes de la lesión. Comprender las diferencias entre estas dos áreas es crucial para un tratamiento efectivo y para prevenir futuras recaídas.
- Identificar las causas de la lesión es un proceso diferente que busca entender por qué se desarrolló la tendinopatía en primer lugar. Esto puede incluir una variedad de factores, como el uso excesivo del tendón en actividades deportivas o laborales, una técnica inadecuada al realizar ciertos movimientos, desequilibrios musculares, condiciones médicas preexistentes que afectan a la salud de los tejidos, o incluso el envejecimiento.
- Conocer las causas subyacentes de una lesión es esencial para una recuperación efectiva y para prevenir recaídas.
La recuperación
Consideramos una recuperación “completa” cuando no hay dolor y hemos recuperado la funcionalidad, es decir, somos capaces de realizar las tareas habituales que hacíamos previamente de forma eficiente. No existe una lista universal de tratamiento con los que todo el mundo se va a recuperar
Conocer las causas y eliminarlas
La fisioterapia es esencial en el tratamiento de la tendinopatía, enfocándose en la reducción del dolor y la recuperación de la función. Un aspecto clave es el diseño de un programa de ejercicios excéntricos, aunque cada vez hay más evidencias de que el factor clave es la progresión adecuada de las cargas y no tanto el tipo de contracción muscular. Una carga adecuada permite la alineación del colágeno y aumenta la resistencia del tendón.
El entrenamiento, por su parte, debe ser cuidadosamente planificado y personalizado, teniendo en cuenta las necesidades específicas del individuo y su progreso. La reintegración gradual a la actividad física es vital para evitar recaídas, ajustando la carga de trabajo y los tipos de ejercicios a medida que el tendón se recupera. La educación sobre el manejo de cargas y la prevención de futuras lesiones es también una parte importante del proceso.
Tratamientos médicos complementarios
Una vez establecido el diagnóstico, el médico puede proponer un plan de tratamiento que incluya la terapia de plasma rico en plaquetas (PRP) como complemento ideal al programa de rehabilitación o readaptación.
La terapia de PRP se ha popularizado en los últimos años como un tratamiento para diversas lesiones musculoesqueléticas, incluida la tendinosis. Existen evidencias científicas sobre el uso del PRP en el tratamiento de diversas lesiones musculoesqueléticas. Se han realizado numerosos estudios clínicos y revisiones sistemáticas para evaluar la eficacia y seguridad del PRP en diferentes condiciones. Algunos de estos estudios han encontrado beneficios significativos del PRP en la reducción del dolor, la mejora de la función y la aceleración del proceso de curación en lesiones como la epicondilitis lateral (codo de tenista), la tendinopatía rotuliana, las lesiones del manguito rotador, tendinopatías trocantéreas …
El tratamiento de la tendinopatía de larga duración es mucho más efectivo con un enfoque multidisciplinar que combine medicina deportiva, fisioterapia y readaptación con entrenadores especializados en estos procesos; con una especial importancia en entender las causas primarias y establecer los cambios necesarios en el estilo de vida. Esta aproximación integral no solo busca aliviar el dolor y restaurar la función, sino también prevenir futuras lesiones, permitiendo al individuo volver a su nivel óptimo de actividad física.
Fdo. Jorge Montoro Escaño
Doctor en Ciencias de la actividad física y el deporte
Director Técnico Fidias Center Vélez
