¿Has oído hablar del CORE glenohumeral? Es normal que no lo hayas escuchado, me lo he inventado. Pero, ¿a que sí conoces el CORE? Pues a partir de este término he creído conveniente crear el neologismo Core glenohumeral para hacer referencia al manguito rotador (la musculatura núcleo para esta articulación).
De la misma forma que se ha considerado el CORE como la musculatura que da estabilidad a la zona central del cuerpo, el manguito rotador es conocido como la musculatura estabilizadora dinámica por excelencia de la articulación glenohumeral. Esta analogía nos ayuda a entender la importancia de este grupo muscular que siempre está en el foco de entrenadores, fisioterapeutas y rehabilitadores. Dicho esto, si te soy sincero y preciso, no solo no existe el core glenohumeral, sino que tampoco existe el CORE, si nos referimos a él como un área concreta del cuerpo humano. Hablar del CORE es más acertado en relación a una función, la estabilizadora y de transmisión de fuerzas, pero la estabilidad es un problema tan complejo que las soluciones neuromusculares son altamente variables e individuales.
Es imposible que hagamos movimientos sin que exista una participación del manguito, como tampoco es posible que este se contraiga dos veces de la misma forma. Los músculos que conforman el manguito son los músculos más profundos, con inserción más cercana al centro articular, mayor porcentaje de fibras lentas y con mayor número de husos neuromusculares y esas son unas cartas excelentes para jugar al juego de la estabilidad, pero no las únicas. Cada individuo desarrollará su estrategia en función de las características de su sistema, su entorno y la tarea a la que se enfrente.
En general, los músculos que requieren un control fino y preciso del movimiento tienden a tener una densidad más alta de huesos neuromusculares. Estos incluyen músculos involucrados en los movimientos de los ojos, los músculos de las manos, y otros músculos utilizados para movimientos delicados y precisos, como son los músculos estabilizadores. Por otro lado, los músculos más grandes y potentes, que se utilizan para movimientos de fuerza y soporte, como los glúteos o los músculos cuádriceps, tienden a tener una densidad menor de husos neuromusculares, ya que su función principal no requiere el mismo nivel de precisión en el control del movimiento.
Los profesionales del entrenamiento y rehabilitación de lesiones hemos actuado bajo la creencia errónea de que trabajar la estabilidad era desarrollar la fuerza o, en el mejor de los casos, desarrollar la fuerza de los músculos “más estabilizadores”. Sin embargo, son otros los objetivos, aún más importantes y con frecuencia olvidados: la coordinación y la resistencia. Es fundamental que la precisión de los movimientos de ajuste articular sea alta y se adapte a los constantes cambios. También es clave la resistencia muscular; la fatiga es una de las causas de falta de control motor, pudiendo traducirse en movimientos menos eficientes y mayor estrés local.
Una estrategia muy interesante para trabajar este grupo muscular es hacerlo mediante juegos; la variabilidad, la incertidumbre, el componente coordinativo convierten esta metodología en la óptima para trabajar objetivos como el centrado muscular, donde el elemento clave es la acción del sistema nervioso central.
La resistencia y la coordinación en los músculos estabilizadores son fundamentales por varias razones, especialmente en lo que respecta a la salud musculoesquelética, la eficiencia del movimiento y la prevención de lesiones. Los músculos estabilizadores juegan roles cruciales en el mantenimiento de la postura y el soporte durante los movimientos cotidianos y durante el ejercicio.
La resistencia de los músculos estabilizadores es importante porque:
Soporte Prolongado: Permite que estos músculos brinden soporte continuo durante actividades prolongadas, reduciendo la fatiga. Esto es crucial tanto en actividades diarias como en el deporte.
Prevención de lesiones: Una resistencia muscular adecuada ayuda a mantener una alineación corporal correcta bajo estrés, lo que disminuye el riesgo de lesiones musculares y articulares.
Eficiencia en el movimiento: La resistencia muscular contribuye a una mejor economía de movimiento en actividades de larga duración, como correr o ciclismo, al mantener la técnica de movimiento óptima incluso cuando uno se cansa.
La coordinación en los músculos estabilizadores es crítica por:
Movimiento Preciso: Facilita movimientos más precisos y controlados, al asegurar que los músculos trabajen juntos de manera sincronizada.
Balance y Estabilidad: Mejora el equilibrio y la estabilidad corporal, tanto en estado de reposo como en movimiento, al asegurar una respuesta muscular coordinada a las demandas del entorno o de la actividad realizada.
Prevención de Lesiones: La coordinación adecuada reduce el riesgo de lesiones al evitar movimientos compensatorios o desequilibrios musculares que pueden surgir de la sobredependencia en ciertos músculos en detrimento de otros.
Los músculos estabilizadores, por lo tanto, no solo proporcionan la base para movimientos fuertes y explosivos, sino que también aseguran que el cuerpo pueda realizar estas acciones de manera segura y efectiva. El entrenamiento que enfoca tanto la resistencia como la coordinación de estos músculos es vital para cualquier régimen de acondicionamiento físico, no solo para mejorar el rendimiento deportivo sino también para las actividades de la vida diaria y para minimizar el riesgo de lesiones.
Una particularidad importante del hombro es que la inestabilidad provoca daños en diferentes tejidos y entre ellos en el propio manguito, que es la estructura mejor diseñada para proveer esta estabilidad, produciéndose en estos casos un efecto de “pescadilla que se muerde la cola”.
Nuestro amor por este grupo muscular es evidente. Son los cuatro guardaespaldas del hombro y se merecen toda nuestra admiración, hasta tal punto que lo denominamos “El Core Glenohumeral”. ¿No es eso algo más que una simple declaración de amor?
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Fdo. Jorge Montoro Escaño
Doctor en Ciencias de la actividad física y el deporte
Director Técnico Fidias Center Vélez