¿Es posible mejorar el Dolor Lumbar Recurrente?

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El dolor lumbar recurrente es uno de los problemas de salud más comunes en la población general. Afecta la calidad de vida, el bienestar y, en muchos casos, puede interferir con las actividades diarias. 

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Muchas herramientas o tratamientos pueden ofrecer alivio a corto plazo, aunque no necesariamente solucionen el problema subyacente a medio o largo plazo; y el problema es que muchas personas que padecen este problema buscan en las herramientas que producen alivio a corto plazo la solución.

¿Qué hacen las personas para aliviar el dolor lumbar a corto plazo que no tiene efectos a largo plazo?

1. Analgésicos de venta libre

  • Medicamentos como el ibuprofeno o el paracetamol: Estos medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o analgésicos ayudan a reducir el dolor y la inflamación.
    • Efecto a corto plazo: Alivian el dolor de forma temporal, pero no tratan la causa del dolor lumbar.
    • Uso prolongado: No es recomendable a largo plazo debido a posibles efectos secundarios como daño gástrico o hepático.

2. Masajes

  • Los masajes terapéuticos pueden relajar los músculos tensos y mejorar la circulación en la zona lumbar.
    • Efecto inmediato: Alivia el dolor muscular y promueve la relajación.
    • Limitación: El alivio suele ser temporal, ya que no aborda los problemas estructurales o mecánicos del dolor lumbar.

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3. Estiramientos suaves

  • Realizar estiramientos para la zona lumbar y los isquiotibiales puede disminuir la tensión muscular.
    • Beneficio inmediato: Reduce la rigidez y mejora la movilidad, ofreciendo un alivio temporal.
    • No resuelve problemas de fondo: Aunque mejora la flexibilidad, no trata desequilibrios musculares o problemas posturales.

4. Terapia manual (Quiropráctica o Osteopatía)

  • Las manipulaciones quiroprácticas u osteopáticas pueden reducir el dolor al corregir desalineaciones o problemas en la columna.
    • Alivio rápido: En muchos casos, las personas experimentan una reducción del dolor inmediatamente después de la sesión.
    • A corto plazo: Aunque útil para aliviar el dolor, los efectos pueden ser temporales si no se acompaña de otros tratamientos.

5. Electroterapia (TENS)

  • El TENS (Estimulación Eléctrica Transcutánea del Nervio) es una técnica que utiliza corrientes eléctricas leves para reducir el dolor.
    • Alivio temporal: Bloquea las señales de dolor, proporcionando un alivio temporal.
    • No duradero: El efecto cesa poco después de interrumpir el tratamiento.

6. Reposo breve

  • Un reposo moderado de 1 a 2 días puede ayudar a reducir el dolor en episodios agudos de dolor lumbar.
    • Alivio inicial: Permite que el cuerpo se recupere de una inflamación aguda.
    • Efecto a largo plazo negativo: Prolongar el reposo puede empeorar el dolor y debilitar los músculos, lo que dificulta la recuperación.

7. Cremas y ungüentos analgésicos

  • Productos tópicos con ingredientes como mentol, capsaicina o lidocaína pueden ayudar a reducir el dolor muscular y articular.
    • Alivio temporal: Proporcionan una sensación de frescura o calor que alivia el dolor, pero no abordan la causa.

Pero ¿cómo podemos abordarlo de manera efectiva a medio y largo plazo?

La clave está en un enfoque integral, y aquí es donde entran en juego el modelo biopsicosocial, que reconoce que el dolor no es solo un problema físico, sino que involucra factores psicológicos y sociales, y el ejercicio físico correctivo, individualizado y basado en una valoración exhaustiva, es la mejor herramienta para abordar el origen del problema, en lugar de solo tratar los síntomas.

1. El Modelo Biopsicosocial: Un Enfoque Integral

El modelo biopsicosocial sugiere que el dolor lumbar no se puede entender solo desde la perspectiva física. También hay que considerar cómo las emociones, el estrés, las creencias sobre el dolor y el entorno social influyen en su aparición y persistencia.

  • Biológico: Implica las características físicas del dolor, como problemas estructurales en la columna, tensión muscular o debilidad. Y también aspectos biomecánicos del movimiento: fuerza, movilidad, equilibrio muscular, síndromes de alteración del movimiento,…
  • Psicológico: El estrés, la ansiedad o la depresión pueden amplificar la sensación de dolor y dificultar la recuperación.
  • Social: El entorno, las responsabilidades laborales, familiares o las limitaciones sociales pueden empeorar la percepción del dolor o dificultar su tratamiento.

Incorporar técnicas de manejo del estrés, mejorar la calidad del sueño y mantener una buena red de apoyo social puede ser crucial para la recuperación.

  • Mindfulness y técnicas de relajación: Ayudan a reducir la tensión muscular y el estrés, que pueden empeorar el dolor.
  • Apoyo social: Tener un entorno que apoye el proceso de recuperación, ya sea en el trabajo o en casa, es fundamental para mantener una mentalidad positiva y motivación.

En resumen: Para mejorar el dolor lumbar, es crucial entender que no se trata solo de un problema físico. Necesitamos un enfoque que tenga en cuenta todos los aspectos de la vida de la persona.

2. Ejercicio Físico Correctivo Individualizado: El Pilar del Tratamiento

El ejercicio físico es, sin duda, una de las herramientas más poderosas para mejorar el dolor lumbar a largo plazo. Sin embargo, no se trata de cualquier tipo de ejercicio, sino de ejercicios correctivos individualizados. La clave aquí es que cada persona es diferente, y el origen de su dolor también lo es.

 

  • Evaluación personalizada: Antes de comenzar cualquier plan de ejercicios, es fundamental realizar una evaluación detallada. Hay que hacer una evaluación biomecánica que incluye la postura, movilidad articular, fuerza muscular, pruebas específicas para detectar posibles desequilibrios o disfunciones. Y también analizar aspectos psicosociales que analicen en contexto de la persona, sus hábitos, creencias sobre el efecto del ejercicio en el dolor,…. 
  • Ejercicios adaptados: A partir de esta evaluación, el profesional de la salud (como un fisioterapeuta o entrenador especializado) diseñará un programa de ejercicios específico que aborde las áreas problemáticas. Estos ejercicios no solo se centran en aliviar el dolor, sino en corregir los desequilibrios que lo provocan.
  • Exposición gradual al estrés: La exposición gradual al estrés en el tratamiento del dolor lumbar implica someter al cuerpo a movimientos y cargas de forma controlada y progresiva. Esto permite que el sistema musculoesquelético y el cerebro se adapten, reduciendo el miedo al movimiento y mejorando la tolerancia al dolor. Al enfrentarse poco a poco a situaciones que antes generaban malestar, se fortalecen los tejidos, se corrigen desbalances musculares y se mejora la función general, disminuyendo así la percepción del dolor lumbar a largo plazo.
  • Entrenamiento que produzca disfrute-diversión

1. Mejora la adherencia al ejercicio

Cuando disfrutas de una actividad, es más probable que la practiques de forma regular. El ejercicio es una parte esencial para el manejo del dolor crónico, pero solo es efectivo si se realiza de manera constante. Si el ejercicio es aburrido o poco placentero, es más fácil abandonarlo, lo que puede empeorar la condición o impedir mejoras. En cambio, cuando encuentras una actividad que te gusta, te será más fácil integrar el ejercicio en tu rutina diaria, lo que mejora los resultados.

2. Reduce el estrés y mejora el bienestar

El dolor recurrente puede ser frustrante y generar altos niveles de estrés. Las actividades físicas que te resultan agradables liberan endorfinas, que son hormonas que producen sensaciones de bienestar y alivio del dolor. Además, un ejercicio divertido puede actuar como una distracción positiva, alejándote de la atención al dolor y mejorando tu estado de ánimo general, lo cual es crucial para la recuperación y la gestión del dolor.

3. Fomenta una actitud positiva hacia la rehabilitación

Disfrutar del ejercicio cambia tu enfoque hacia el dolor. En lugar de ver el ejercicio como una tarea obligatoria o dolorosa, lo percibes como una actividad gratificante, lo que fomenta una relación más saludable con tu cuerpo y con el proceso de recuperación. Esto puede ser especialmente valioso en casos de dolor crónico, donde la mentalidad y la actitud juegan un papel crucial en la capacidad de recuperación.

4. Motiva el progreso gradual

Cuando una actividad es divertida, estás más dispuesto a seguirla a pesar de las dificultades iniciales. El dolor recurrente a menudo requiere un enfoque gradual y progresivo en el ejercicio. Si disfrutas de lo que haces, es más probable que sigas adelante, incluso cuando no veas resultados inmediatos. Esto es importante porque el ejercicio es acumulativo, y los beneficios a largo plazo solo se logran con el tiempo.

5. Mejora la percepción del dolor

El dolor recurrente puede estar relacionado con factores emocionales y psicológicos. El disfrute y la diversión en el ejercicio pueden mejorar tu percepción del dolor, haciendo que te sientas más empoderado y capaz de manejarlo. Al reducir el miedo al dolor y cambiar la forma en que lo experimentas, es más probable que el ejercicio te beneficie.

6. Facilita la socialización y el apoyo

Participar en actividades físicas que te gustan a menudo te lleva a hacer ejercicio en grupo o con amigos, lo que puede generar apoyo social. El compañerismo y el entorno social positivo que acompañan a un ejercicio agradable pueden ser cruciales en la motivación para continuar, lo cual es especialmente útil cuando se enfrenta el dolor recurrente.

Recuerda: la clave está en la personalización del tratamiento, la constancia en la aplicación de los ejercicios y el manejo adecuado de los factores psicológicos y sociales que pueden influir en el dolor lumbar.